miércoles, octubre 24, 2018

Gimrod: Mi versión del sword and planet en el neopulp



No sé si le les pasa a otros escritores, imagino que en mayor o menor medida sí, pero a mí, hay géneros o temáticas que uno siempre tiene en el debe de querer adentrarse y escribir en algún momento. Poco a poco, voy acercándome a unos y a otros, de los muchos que tengo en mente. Primero fue con la espada y brujería, con Hundara la Rebelde, y hay muchas espinas clavadas que quiero ir quitándome: Piratas, weird noir, terror (cómo novela completa, ya lo he catado en relatos, pero me falta ese último salto), ciencia ficción a lo Star Trek, postapocalíptico y Sword and planet, entre otras muchas que se me quedan en el tintero en el disco duro de mi cabeza. 
Portada de Gimrod, obra de José Baixauli


Uno de los que más ganas le tenía era el llamado sword and planet o espada y planeta, se trata de un subgénero de ciencia ficción o space opera. Suele tener como elementos principales el tener un protagonista terrestre que es transportado o viaja a un mundo alienígena (o en otra dimensión), donde suele haber elementos de pseudo época medieval o similares, en cuanto a armamento, costumbres o incluso comportamientos, mezclando otros más propios de scifi, como armas de rayos, naves u otro tipo de tecnología, así como razas no humanas, de maneras variopintas.
John Carter, uno de los referentes del subgénero 


Las novelas de John Carter de Marte de Edgar Rice Burroughs, Almuric de Robert E. Howard, John Eric Stark de Leight Brackett, El planeta de la aventura de Jack Vance, Las Crónicas de Gor de John Norman, los cómics de Flash Gordon, Warlord de Mike Grell y otros tantos títulos, son claros ejemplos de este tipo de historias.
En España, hasta hace bien poco, apenas se ha cultivado este tipo de subgénero, y mucho menos en lo que se llama Neopulp, el Pulp actual.

Las Graves Planicies de Antonio Santos y algunas secuelas como Esclava de Marsoon, la saga de Tex Hardigan de Julio M. Freixa: Crónicas de Mundo Guerra y el Ataque de las Vampiras Mutantes, son algunos de las pocas novelas que ahondan en la temática en español.

Dos de los ejemplos españoles de Sword and planet 


A mi me llamaba la atención hace tiempo, y aunque pueda parecer extraño, fue la defenestrada película de John Carter, la que me reactivó el gusanillo, que siempre había estado ahí en mi subconsciente y desde entonces llevaba dándole vueltas a hacer una novela de sword and planet.
Lo primero que tenia claro era que iba a ser en la época moderna y que el protagonista no sería un héroe joven, si no alguien ya curtido y veterano. Así comenzó a gestarse el militar y astronauta Brad J. Gimrod, que, además, es australiano, no norteamericano, cómo suele ser habitual. En mi mente, me basé en actores como Stephen Lang, para su físico. 
Stephen Lang, mi referente "visual" para Gimrod

Una vez con esa idea en mi mente, fui desarrollando poco a poco el planeta donde se desarrollarían las aventuras: Korudus. 

Un planeta donde hay humanoides muy similares a los humanos a los que llaman Thurik-Thei, divididos en distintos clanes: Dohad, Odan, Lokhar, Ctha… Que conviven o se enfrentan a razas no humanas como los Montroc, los Lynnea, los Grigari y otros.
Es un mundo donde quedan rastros de tecnología como naves que no pueden superar la órbita planetaria, armas de partículas o de plasma, además de armas de filo: Espadas, lanzas o hachas. 

Korudus tuvo tecnología muy superior en otra época anterior  y se perdió en parte en las llamadas guerras de clanes entre los Thurik-Thei, que sacudieron siglos atrás el planeta.
Otra cosa que me apetecía bastante era que no quería que el personaje femenino fuese una damisela en apuros o la princesa que tiene que ser rescatada, si no todo lo contrario. Así nació Sekaya, una Arsah Bredell, una orden de sacerdotisas guerreras de Narume, un culto de letales guerreras, a la que la mayoría les tiene un miedo irracional, pues se dice que su presencia significa la muerte.
Gimrod junto a Sekaya y Torak, por J. Baixauli
Aquí podemos ver a Zarko Karo el villano de la novela.

Sekaya no solo es una experta guerrera en el manejo de las espadas, si no que incluso es más alta y fuerte que el protagonista (mide sobre los dos metros), y es muy decidida e inteligente, a la par que espiritual.
El papel de ella no es el de mera comparsa o interés romántico de turno. O al menos, esa fue mi intención desde un inicio, espero haberlo logrado.
Luego llegó Torak, un pequeño humanoide acorazado con malas pulgas y un curioso sentido del humor, que le da ese contrapunto a los otros dos.
Y por supuesto, el villano principal, Zarko Karo, el Alto Señor de los Odan, un guerrero despiadado y cruel, sin sentimientos y con la firme convicción de devolver a la vieja gloría de antaño a los suyos, sin importarle la forma de obtener el poder para lograrlo.
Enseguida pensé que para plasmar en imágenes a Gimrod y su mundo, no había nadie como el estupendo artista José Baixauli, con el que llevaba años colaborando en mi web Action Tales y que había asistido a su evolución, hasta llegar a convertirse en un magnifico ilustrador.

Hablé con él, sobre mis ideas, y se puse enseguida a pasarme diseños de Gimrod. Me pasó tres, el primero era más al estilo de Flash Gordon y el segundo y tercero, más cercanos a John Carter, que era más o menos lo que tenía en mente y me decidí por el último, aunque todos eran estupendos.
La portada e ilustraciones interiores son exactamente lo que buscaba y ponen en imágenes a la perfección mis ideas.


Diferentes diseños de Brad J. Gimrod obra de J. Baixauli


Con todos eso ingredientes, fui juntándolos hasta que logré escribir esta novela, con un mundo y entorno, que creo tiene todavía mucho recorrido, incluso sin el personaje principal. Korudus tiene muchos matices y rincones por descubrir y encontrar, y multitud de aventuras que deben ser escritas, de un modo u otro y en algún momento.
Más adelante, me gustaría volver a contar las andanzas de Gimrod y compañía.
Ya puedo tachar de mi lista de temáticas a tratar en una novela el Sword and Planet, ¿Cuál será la siguiente? El año que viene lo sabréis…

La novela la podéis comprar AQUI 



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