domingo, diciembre 11, 2005

A la hora del patio



A esto de los comics me aficione cuando tenía ocho o nueve años. Hasta esa edad, nunca me había fijado apenas en ellos. En mi caso, no tenía a un hermano mayor o a alguno de mis padres que fuesen aficionados a los comics. De echo, fue una casualidad lo que me llevo a este mundo. En clase, en EGB, teníamos un día a la semana donde se dibujaba (era mi día de escuela favorito, claro) y camino de clase, me acerque a un kiosco y pensé que seria buena idea comprarme un tebeo de esos(en aquella época eran tebeos, no comics), para poder tener algo que copiar para dibujarlo. Me agencie el Nº4 de Flash de Zinco, del primer volumen. En ese momento ni me fije, pero era de Carmine Infantino. A partir de ahí, me empecé a interesar por ellos, y aproveche que en el kiosco de al lado de mi casa empezaron a traer comics(antes no traían) y me hice poco a poco con varios títulos.
Fue realmente en el colegio cuando se consolido esta recién nacida afición. Estaba en la fila que se montaba en los pasillos para entrar a las clases, cuando se me acerco alguien, un compañero de otra clase, no había escuchado que me decía, así que me lo repitió “¿Ese es Odín? Me preguntaba. Me di cuenta de que se refería a la portada del tebeo de Thor que me había comprado el día anterior. En la hora del patio quedamos, y empezamos a charlar sobre ellos. Eso se convirtió en una agradable costumbre, el reunirnos a la hora del patio para hablar de esta nueva afición. A nosotros se nos unieron un par de colegas más. Recuerdo que en aquel tiempo, solíamos cambiar los comics, ahora me resultaría inconcebible, pero en esos momentos era de lo más normal, yo me compraba unos tebeos, y tras leerlos, se los cambiaba a otro chaval para leer otros. Es gracioso, por que los clasificábamos por categorías, estaban los tebeos de “acción” (números con muchos combates) o los de “pensar” (números sin nada de combate). En algo que no nos fijábamos para nada al principio eran los autores, es decir, había algunos que eran más agradables a la vista y demás, pero nos guiábamos más por los personajes y esas cosas, y ni siquiera nombrábamos a los guionistas o dibujantes, como si no existieran. Las escapadas, tras salir de clase, al kiosco, para ver cuales eran los nuevos los tebeos que habían salido eran continuas. No hay que decir que las posibilidades económicas eran escasas, y solo podíamos hacernos con un par de comics a la semana si había suerte, recordare toda la vida una mañana que fui al kiosco y me enseñaron un montón de nuevos tebeos que acababan de llegar. Recuerdo que estaban el Nº6 de Alpha Flight, el 8 de la Patrulla-X, uno de Thor y alguno más, yo, la mar de contento, pille el de Alpha Flight y el de la Patrulla-X, y cual fue mi sorpresa y mi tristeza al ver que el precio había subido y con mis doscientas pesetas no me llegaban, ya que Forum los había subido a ciento diez. Al final me lleve el de la Patrulla-X, pero me quede con las ganas de haber podido comprar también el de los Alpha. Uno de los comics que recuerdo con más cariño de la época fueron las Secret Wars. Ahora puede parecer una tontería, pero en aquellos años era la bomba, todos esos superhéroes Marvel juntos enfrentados a los mayores villanos, el sueño de los fans hecho realidad. Y además, fue la primera serie que realmente empecé a coleccionar seguidamente, antes compraba números sueltos, aquí y allá, picando de varias series. El primero que compré fue el Nº3, en la portada se veía a Spiderman enfrentado a la Patrulla-X, en poco tiempo, pedí los dos números anteriores a mi kioskero. Eran muy buenos tiempos, en esa época ya habíamos dejado de cambiar comics y ya éramos coleccionistas de tebeos o comics.
Durante muchos años, continuamos el grupito que formamos a la hora del patio en la escuela, crecimos, y fuimos avanzando, algunos gustos cambiaron, y ya nos fijábamos en los autores de las series, hasta nos juntábamos cada año para ir a los salones del comic de Barcelona. Sin embargo, aunque yo seguí con mi afición, poco a poco el resto de mis amigos fueron dejándola, fue más o menos a mediados de los noventa, con la llegada e Image y demás, se desengancharon y ya nunca más, excepto algún caso puntual, les ha interesado este mundillo. Y no será por que no haya intentado picarles para volver a engancharles a los comics, pero sin ningún éxito. Supongo que es normal, la gente cambia y ya no considera de interés algunas antiguas aficiones, pero muchas veces me viene la nostalgia y la melancolía de aquellos años de colegio donde nos reuníamos a la hora del patio para hablar de la que en aquel instante era nuestra afición favorita.

2 comentarios:

Omoloc dijo...

Yo también lo echo de menos.

Pep dijo...

Que grande. Muy chulo este post. La verdad es que todos hemos pasado por esa fase... y siempre se quedan muchos en el camino.

Espero que en algún patio, mañana, algún chaval esté compartiendo su afición con un amigo.