Stephen King: El terror literario en estado puro

Mi primer contacto con Stephen King no fue por la literatura, fue a través de algunas adaptaciones de sus obras al cine. Tenía recuerdos muy fragmentados de el Misterio de Salem’s lot, que aquí llamaron Phantasma 2 (como si fuese continuación de la pelí de Don Coscarelli). También recuerdo haber visto Los Ojos del Gato, que adaptaba varios de sus relatos cortos, Ojos de Fuego y Carrie, entre algunas películas de la época. Tengo que decir que hasta que no descubrir un libro de King , no sabia ni que era escritor, me sonaba de las películas, pero no lo identificaba mucho (cosas de la tierna infancia). No fue hasta que estaba un día aburrido en casa y descubrí que en una de las estanterías del comedor tenía un libro de Stephen King, y no un libro normal, un pedazo de tocho de casi mil páginas. El libro se llamaba IT (Eso) y fue cuando entre en el maravilloso y tenebroso mundo del llamado maestro del horror. Contaba catorce años cuando me puse a leerlo, y a medida que iba leyendo, que iban pasando las páginas, iba metiéndome en la historia de una manera muy especial, me enganchó como pocos libros lo han conseguido. Me hizo identificarme con esos chicos de doce años que tienen que lidiar con el horror, con la desesperación y sobretodo con sus miedos más profundos, me hizo estremecerme con el payaso Pennywise, y me hizo aprender muchas cosas del significado de la amistad, al amor o la tragedia (hay que recordar que era solo un adolescente en aquel tiempo). Sin duda, me metí mucho en el argumento, identificándome sobre todo con un personaje llamado Ben Hamscom. Es un libro que he releído en numerosas ocasiones y al que considero una obra maestra y uno de los mejores libros que he leído jamás. Los siguientes libros que cayeron en mis manos fueron el Misterio de Salem’s lot, una revisión de la típica historia de vampiros, que me parece uno de los mejores títulos de King, el Resplandor, que me pareció excelente y donde me di cuenta de que la película de Kubrick no le hacía justicia en absoluto a esta novela de hotel lleno de fantasmas, que contiene algunas de las escenas más terroríficas que he leído nunca en un libro.
Apocalipsis, cuya edición con ilustraciones del maestro Berni Wrightson es la que tengo en mi poder, otra novela muy buena, y que me resulto refrescante, tratando el tema apocalíptico de una manera muy especial, Christine, Maleficio y tantas otras de esos primeros años descubriendo a King. En ese tiempo también me fui dando cuenta de que para mucha de la critica “especializada” King no era tan buen escritor como a mi me lo parecía, quizás tuviese que ver que era uno de los autores mas famosos y que más éxito tenia, que ya sabemos que cuando eso pasa, a los críticos les gusta derrumbar a ese tipo de autores, y más si son comerciales. A mi tampoco es que me haya importado mucho lo que me digan los críticos, tiendo a hacerme mi propio criterio, sin seguir el de otros.
En esos años, Stephen King se convirtió en mi escritor favorito, y hay que saber que yo leo y he leído mucho, desde Tolkien, Moorcok, Howard, Lovecraft, Barker, Farris, Matheson, Asimov, Clarke y tantos otros. Es posible que literariamente no este al nivel de otros de esta lista (y de algunos que no están en ella) pero las atmósferas, los personajes, las historias de King me dan algo especial que no sabría definir con exactitud que me hacen disfrutar de sus novelas como ninguna otra.
Mucha gente es de la opinión de que el King de sus primeros años es el mejor y después no ha hecho nada que valga realmente la pena. No esto de acuerdo en ese punto. Es probable que en sus primeros títulos hiciese algunas de sus mejores obras, pero después vinieron otras grandes novelas, como Misery, la Tienda, Dolores Clairborne, el curioso experimento que hizo con Desesperación y Posesión (con el seudónimo de Richard Backman), la Mitad Oscura, Insomnia, el Cazador de Sueños, la Casa Negra y sobre todo la saga de la Torre Oscura. La Torre Oscura me parece una de las mejores sagas literarias que uno puedo leer hoy día. La epopeya de el Pistolero y su Ka-Tet (su grupo de amigos) buscando la torre oscura, y en el proceso, interconectando y cohesionando prácticamente todos los títulos del autor, en lo que se ha ido llamando el “Kingverso” es sinceramente alucinante. El esfuerzo, la ilusión y las ganas del autor, por darle una entidad, un por que a todas las historias que ha ido trazando a lo largo de varias décadas es encomiable. Hay varias de sus novelas que son prácticamente crossovers encubiertos, como Corazones en la Atlántida, Insomnia o la Casa Negra, donde descubrimos más cosas sobre la saga de la Torre Oscura, mediante otras tramas interconectadas, que no son necesarias para seguir la saga, pero que enriquecen su lectura. Para Stephen King, la Torre Oscura es su obra cumbre y la más ambiciosa, junto, a casualmente IT, de la que ha dicho en numerosas ocasiones, que todo lo que sabe sobre escribir se encuentra en esa novela. Acabando de cumplir 60 años, Stephen King aún tiene cuerda para rato, solo espero, como él, poder ver una adaptación de la Torre Oscura a la pequeña o gran pantalla, y este más es un deseo personal, una de IT (Eso) como realmente merece. Mientras tanto, seguiremos adentrándonos en el oscuro universo del maestro del horror cada vez que leamos alguna de sus númerosas obras.